Aspecto:
Los eritrocitos representan la mayor proporción de células sanguíneas periféricas. Su rango normal es entre 4 y 6 x 1012 /l. Los eritrocitos son fácilmente reconocibles. Tienen coloración eosinófila, es decir, de color naranja-rojo, son redondos, tienen una zona central palida y no tienen núcleo. Los eritrocitos tienen una alta uniformidad, por lo que son adecuados como patrón de comparación para otras células. Normalmente, menos del 10% muestran una desviación en tamaño, forma o coloración.
Tamaño:
Los eritrocitos miden aproximadamente 7 µm de diámetro. El tamaño del núcleo de un linfocito pequeño (7-8 µm) puede ser utilizado para detectar desviaciones de tamaño de esta norma.
Forma:
La forma de los eritrocitos se compara a un disco que está abollada por ambos lados en el centro, es decir, bicóncava. Esto es la razón de la zona pálida central.
Tinción:
La tinción de los eritrocitos da una indicación de su contenido de hemoglobina. Normalmente, la zona pálida central es de 1/3 del diámetro transversal. Si el diámetro es superior a un tercio, se presenta hipocromía, es decir, los eritrocitos aparecen más claros o menos teñidos. Si los bordes que contienen hemoglobina juntos representan menos de 1/3 del diámetro transversal, se denominan anulocitos. Análogo a la hipocromía, también hay hipercromía. En este caso, los eritrocitos aparecen más oscuros y no tienen la zona pálida central o sólo tienen un pequeño brillo central. La hipercromía ocurre principalmente en la esferocitosis hereditaria.
normocrómia | hipocromía | hipercrómia |
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Inclusiones eritrocitarias:
Los eritrocitos tienen una tinción citoplasmática homogénea. Los cambios circunscritos, en su mayoría puntiformes, se denominan inclusiones. Esto también incluye la presencia de un núcleo celular. Las inclusiones eritrocitarias son siempre patológicas en la sangre periférica.
Función:
Los eritrocitos son células extraordinarias en varios aspectos. Además del oxígeno, sirven como vehículos de transporte para muchas otras moléculas. Por ejemplo, es importante el transporte de inmunocomplejos (unidos a la superficie del eritrocito) a sus sitios de degradación en el bazo y el hígado. La forma especial de los eritrocitos tiene dos ventajas decisivas. Por un lado, esto crea una relación entre el volumen y la superficie ideal, lo cual es importante para el intercambio de gases. Por otro lado, esta forma permite una fuerte deformación de la célula, lo que tiene una importancia decisiva a la hora de pasar a través de los capilares. La ausencia de núcleo también tiene una serie de ventajas. De este modo, la deformabilidad se aumenta adicionalmente. Además, aligera la carga del corazón, lo que se ilustra con el siguiente cálculo teórico. En una persona de75 kg de peso, el corazón bombea alrededor de 3 kg de eritrocitos por minuto. Dado que un núcleo celular con 40 pg aumentaría el peso de un eritrocito de 100 pg, corresponde esto a un ahorro de una a una tonelada y media por día, que el corazón no tiene que bombear.